miércoles, 1 de agosto de 2012
Estoy feliz. Porque no espero nada de nadie, esperar duele. Perdoné cuando me fallaron, olvidé personas que eran inolvidables, sufrí, me tragué el dolor y aprendí. Después de un tiempo volví a sonreír y entendí que las personas son como un paseo... Van y vienen. Te queres ir? Andate. Tu "adiós" será un hola de otra persona. Ya tuve mis amigos falsos, ya tuve mis desórdenes, pero cuando quiero a alguien, lo quiero enserio. Así que no tengo miedo de volver a luchar por alguien que en verdad se lo merece.